Para comenzar, debo que decir que pasada la «pelea» entre varios miembros de esa peña-parche que nos reune en la fila 15 de sol (y en Facebook porque somos muy digitales), me fui a la Plaza de Toros con la intención de dejar de lado tantos rencores, amarguras y apasionamientos y mirar la corrida con tranquilidad. Con algo de asepsia periodística, por lo menos… No lo logré.
Definitivamente, no puedo ver una corrida de toros de las de ahora sin entrar en un estado de sopor profundo, mezcla del aburrimiento, la indignación y la lástima de ver cómo se diluye una Fiesta que es parte esencial de mi propia vida. La corrida del 29 fue un completo despropósito, una galería de imágenes para los antis. Como sería que ni siquiera los tropipops encontraron qué jalear en una tarde que logré resumir en algo menos de 1000 caracteres y que hoy, a fuerza de no dejar caer este blog, inflo en modo pseudo-conocedor de todo esto que, dicen, es tauromaquia. Pseudo-conocedor porque la verdad no entiendo ni la mitad de las cosas que pasan, en medio de premios y de vueltas al ruedo sin valor. Ahora, en un ejercicio doble-propósito, me ahorraré las palabras ya dichas y pegaré los tweets enviados ayer, en un intento de reducir una triste tarde a su mínima expresión. Y claro, la idea es que también nos sigan ahí. Después diré algo más… creo. [Si el caso es de pereza, bien podés saltarlos].
1.
El primero de la tarde, un novillo mansurrón al que Ramsés trasteó y casi no despacha. Dos avisos.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 29, 2012
2.
El segundo, un gordo que no pudo con su animalidad y se sentó al 1er muletazo. Luque se fue de valiente donde no había pelea. Seguimos.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 29, 2012
3.
El tercero, un novillón que achuchó al caballo 3 veces. El burraco perdió la manó del todo y PH no supo qué hacer. Entró el puntilla.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 29, 2012
4.
El cuarto, el más bravito se diluyó en las manos de Ramsés. Faena promedio, el público dio una oreja. A mi, como que me enseñaron mal.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 30, 2012
5.
El quinto, un bravucón con peligro hizo sudar a Luque y a toda la cuadrilla. Al final no hiló faena y se fue con la sensación de más toro.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 30, 2012
6.
El sexto, el de irnos, llevaba la esperanza del público en el lomo. Como sus hermanos, no aportó. PH salió a pie, a pesar de mucho palo.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 30, 2012
Coda.
Ah, olvidé decir que a Pablito le dieron una oreja. Aunque eso y nada hubiera sido lo mismo. Fin de la 3ra. de abono #Santamaría.
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M. de Cañaveralito (@canaveralito) January 30, 2012
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Entonces, de qué vale repetir lo que ya hemos dicho muchísimas veces sobre esta neo-tauromaquia pop. Lo más triste, la inaceptable presencia de los juanbernardos, novillos todos, paradójicamente, con mucha falta de pienso y otro con falta de Reduce Fat Fast. Lo indignante el afeitado, aka. cornicure de todos los novillones, no sólo los de rejoneo. Todos pasaron por el mueco. Cuando los cosas van mal, como gringo echando napalm, no hay quién se salve.
Así, duele ver cómo vuelve la burra y patea. Y patea. Y patea. Ay dió, si no fuera por mis pacientes compañeros de tarde, siempre dispuestos a repartir bota, patacón, jamón y guaro. A escuchar con amor los ácidos comentarios de este amargado de los toros, riéndose con amabilidad cuando me da por bailar choque en medio del sueño o burlarme del jaleo que se arma cuando los caballitos llaman con las patitas al toro. Y es que así parece que será la «fiesta» para quienes queremos conservar la esencia de lo que debe ser una verdadera corrida de toros, confinándonos a las páginas olvidadas de la tauromaquia de El Cossío o los ensayos admirados de don Ernestico Hemingway. Tal vez, reducido a la memoria youtebeana del «milagro del toro blanco de Osborne» en las manos del Maestro Antonio Chenel «Antoñete» (QEPD) o a la esperanza de una Francia, dicen «torista», que procura salvar a lo que ya nadie le para bolas… En fin, así podría seguir tirando ejemplos de una ilusión que parece que no volverá a aparecerse en los ruedos. Siendo así las cosas, como quien dice, al que no quiere caldo… Con lo que llevamos, me han dado 4 tazas.
Como nos tocará ver esta «Fiesta»:

Foto, as usual, por Andrés Rivera.
Porque así se ve en verdad:
Fuck you all!
Abadía Vernaza.