Así de sencillo, maestro, no te vayas. No abandones este mundo taurino de matadores novilleros, sin plaza ni arte. Por favor, sigue dando cátedra, como aquella que nos diste ayer.
(Por motivos de tiempo no alcanzo a decir más. Más tarde continúo).
La clase de Tauromaquia que dictó César Rincón no tiene palabra alguna pa’ describirla. Sería una palabra que refiera maravilla, temple, ganas, pasión, seriedad, entrega, profesionalismo, respeto, sabiduría, mando, pedagogía. Toda una Cossio en una faena. Que cosa tan espléndida. Arrancó lágrimas, hasta las de mi padre, quien le gritaba: «César, no te vayas, sigue dando clase de CÓMO se torea». Pero aquí estamos, los años pasan y el retiro del Maestro se acercá. Es seguro que el próximo 26 de febrero en Bogotá no será la última corrida que se le vea, el Maestro nunca podrá, ni querrá, abandonar al Toro, pero ahora estamos en Cañaveralejo, a 30 de diciembre, día de su última corrida en Cali, y rogamos que el Maestro os deleite, nos muestre el porqué aún seguimos yendo a la Corridas de Toros, con tanto toros manso y torerito de 3 pesos -la verdad, no son de tres pesos, los hijuemadres cobran en miles de E-U-ROOOS.
Nos salvó la tarde, los 50 años de doña Cañaveralejo, a quién se le han empezado a notar los años, el cansancio de sus directivos, sobretodo en los últimos cinco. Pero, vamos tía, que sos grande, una hermosa copa de champaña dispuesta a brindar tardes de triunfo, delirio y apoteosis. Pero también tardes de aburrimiento, enojo y desilusión. La del 28 no lo fue pero por César, por Rincón, por el Maestro.
Con algo de rabia, mucha, de ver un cartel tan mediocre al lado de Rincón, y sobretodo en fecha tan especial. Un Uceda Leal invisible, incoloro e insaboro. Y un Sebastián Palomo Danko, desteñido, descuajado y novillero. Un torero burdo, sin plaza ni arte, un torero que, de ser yo, daríame pena actuar así ante el César. ¡Saliste decapitado, Sebas, pa’ los leones! No hay derecho ver semejante novillero en semejante corrida -por la fecha digo. Semejante corrida, por la fecha, porque Corrida de Toros no hubo. Los Ambaló mansos. Un encierro manso, manso, manso, para pitos, pitos y pitos. Pero como tenemos que mandar nuestro encierro, no don Estela, porque por algo es vuestra plaza. Claro, pongamos nuestros chivos pa’ celebrar los 50 años, nos hacemos un festín en dólares y no importa nada más. Tenemos a Sebastián, el hijo de Palomo, palomito. NO, SEÑORES DIRECTIVOS, eso no se hace. Respeto con la Plaza, que tanto adoramos, con los aficionados, con el cartel, con la fecha, con la temporada, con la ciudad, con todo. Respeto, por favor y no más eso de pásela por inocente con los toretes. Miremos aquello de que es su (de ellos) plaza:
Cuadro de distribución de los Encierro en Cali (Cada columna es de la misma familia propietaria).
Ambaló Ernesto González Guachicono
Puerta de Hierro Salento Alhama
No. Ganaderías: 6
No. de Corridas: 9
(Y ahí quedan los espacios para Paispamba y Fuentelapeña, también vinculados a las Juntas de la Plaza, y uno más para cualquier ganadería amiga, digamos Mondoñedo, J.B. Caicedo o Las Ventas del Espíritu Santo).
Así que por culpa de esto, de esta rosca, es que el Toro-Toro de Cali, del que ellos tanto hablan, no es más que un chivón. De apenas 4 años, y con escurridos 460 kilos en promedio. Mansos, sosos, así son sus toros-toros. Al menos, ya lo confirmaron Ambaló, Puerta de Hierro, Ernesto González, Salento y Fuentelapeña. Solo sacaron la cara los novillones, parecidos a sus toros-toros, el día de la Novillada Pre-Feria, y evidentemente los Mondoñedos, de lejos hasta ahora el mejor encierro.
Pongámosle fe que los Alhama y los Guachicono recuerden la genética de hace unos años, lo que otrora fueron, y nos de la pelea, porque ustedes también tienen la responsabilidad de meter sus interes en la corrida de hoy, en la despedida del César.
(Por cosas del mundo taurino, el cartel que anuncióse como Rincón, Bolívar y Teruel, quedó convertido en un Mano a Mano entre César Rincón y Luis Bolívar. ¡Que cartelazo, y que chepones los empresarios-ganaderos de la Plaza! Les quedó bombí).
Abadía Vernaza

(Fotos de Agnes Peronnet – ver Galería en burladero.com