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Otro toro para Ambaló (o podría ser).

Ayer tenía muchas ganas de ir a la Plaza. No había cartel, no había ganadería, no había público. No había nada. Y así me olía a fracaso. Combinación explosiva la de ayer. Y cómo me lo iba a perder. Es la tarde perfecta para expresar nuestra frustración al ver cómo se diluyó el honor de una plaza, en otros tiempos de máxima categoría. La Empresa que maneja los hilos de Cañaveralejo se ha encargado de acabar con lo poco que quedaba en la Plaza de Toros de Cañaveralejo. Era una tarde frustración, de rabia, de dolor. Tarde para volver a  cantar verdades. Ahí se hizo lo que se pudo.

Ayer, la Presidencia era otra. A lo lejos reconocía a Enrique Calvo «El Cali», pegado de la bandera de música. Se notaba desde lejos. Hasta Paco Perlaza se sorprendió de la orden de música a una faen insulsa y descolorida. ¡Ahí están pintados! Lo que no nos sirve, que no nos estorbe. Cambiamos de Presidencia por uno «de la casa». Afortunadamente, en el ruedo no paso absolutamente nada, ni siquiera pa’ regalar orejas.

Un encierro de Salento descastado a morir. 6 mansos, mansotes. Aburridos. Al nivel de los Puerta de Hierro. Una alternativa que me pareció algo apresurada a un pelao que le falta mucho por pulir.

Un toro devuelto por lesión. Espero que también lo dejen vivo y se lo lleven para Ambaló. Pa’ que apuntillar animales que se salvaron de arepazo. ¡Pa’ Ambaló! ¡Pa’ Ambaló! ¡Pa’ Ambaló! Y a lo que vinimos. A joder, a emborracharse, a reírse entre chanza y chanza. Porque era 31 de diciembre, fin de año. Y qué mejor que celebrar en medio de tremendo carnaval de despropósitos. La propia corraleja. Esa es Cañaveralejo. Por eso quería ir ayer a la Plaza, a irme de verbena.

Abadía Vernaza.

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Confesión – 3ra. de abono.

Quiero empezar confesando que soy un amargado, antisocial e insolente ser humano, terrible aficionado, si no disfruté del goce estético y la excelsa interpretación y ejecución de la tauromaquia de Paco Perlaza, en tarde de «apoteosis» en Cañaveralejo. Soy un vil personaje, malagradecido y mala gente.

¡Bah, quién dijo! Más bien, confieso que estoy mamado de ir a la Plaza. Pero dejemos tanto quilombo que la Feria apenas empieza. ¿Que los toros de Salento apestaban a Gillete? Pues sí, pero a quién le importa, estamos en Feria. ¿Que la tauromaquia moderna se presenta en sus más despreciables variaciones en Cañaveralejo? Pues sí, pero a quién le importa. ¿Que la máxima autoridad no controla y no ofrece un espectáculo más serio? Pues sí, pero a quién importa. ¿Que el público de Cañaveralejo es verbenero y festivalísimo? ¿Tengo que repetirlo? Pues, sí es que estamos en Feria. Y es que Feria sin Toros, no es Feria, y todas esas güevonadas que la Empresa se inventa para arrancar las últimas ventas de una Temporada que cada día avanza, inexorablemente, hacia un fin poco honroso. Al fin de cuenta, uno es el güevón que paga por ir a tan triste espectáculo de circo, corraleja, digno de una Plaza de tercera categoría.

Los toros de Salento, de aceptable comportamiento, chiquitos, cortitos y livianos, muy de ellos. Alguno «potable» pero como siempre hemos dicho, potable es el agua. Se es bravo o no se es, y aunque uno de ellos dio la vuelta al ruedo, para mí, bravura no hubo del todo ahí. Además, olía a paso por la barbería de los 6 toritos, a darles una pulidita en esos pitoncitos.

De los toreros, lo mismo. Paco Perlaza con «tendiditis» crónica, toreando para el tendido, desentendiéndose de la tauromaquia, porque en 1, léase bien 1 tanda de naturales pudo ponerse en su sitio y ligar la embestida. Pero como al público de Cañaveralejo no le gusta, pues por qué no volver a los afarolados, al toreo en patineta, a la rodilla a tierra y el toreo a 5 kilómetros de distancia. Sánchez Vara, en la misma tónica. Toreo de tendido alto, populachero y carnavalesco. Sin parar, templar, ni mandar. Sólo trapazos a diestra y siniestra. Y el perjudicado de la tarde, Ricardo Rivera, torero valiente y puesto en su sitio, que llevó con el peor lote y la ignorancia de Cañaveralejo quien veía en sus revolcadas el supuesto miedo de un novillerito. La ignorancia es atrevida. Le faltan años de experiencia y más corridas difíciles, pero al menos, voluntad de hacer bien las cosas y ganas la batalla entre toro y torero en franca lid sí hay. Eso lo demostró ante los ciegos ojos de la Plaza de Cali.

Para hoy, cartel modificado por la ausencia de Miguel Ángel Perera, al que ya sabíamos sufrió un percance grave terminando la temporada en España y del cual apenas empieza a recuperarse. Esta ausencia, para mí, evidente, no fue anunciada sino hasta la semana pasada, mientras la Empresa seguía vendiendo el cartel con el «mejor torero del mundo del momento», para atraer más borregos. Así son las cosas, a nadie sorprende. Se sabía de la ausencia de Perera desde hace mucho. El reemplazo, Sebastián Castella, el niño consentido de Cali, junto a Uceda Leal y Luis Bolívar.

Y ya, termino diciendo que: Nah, no soy amargado. Soy una calidá tropical, en estas calentanas tierras americanas. Y ya salgo para la Plaza.

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1ra. de abono en Bogotá: novillada

Como ya había mencionado no alcancé a llegar a Bogotá para la novillada de hoy, sábado 19 de enero, 1ra de abono, en la Santamaría. Pero como esta casa cuenta con amigos cercanos que sí pudieron estar presentes -El Botija, colaborador de esta plazuela- y espero que mañana nos de sus impresiones de la Fiesta, artículo que yo, como debido jefe y dueño de este blog, edito y corrijo antes de salir al aire. Porque como dije hace unas semanas, antetodo aquí mando yo, con la buena fe que eso demanda, obviamente.

Sin embargo, pude adelantarme con él de algunos detalles. El primero, el novillero Juan Solanilla fue corneado, según entendí en el hombro al realizar una larga cambiada, con una herida aparentemente considerable y dejando la novillada en un mano a mano entre Arcila y español Miguel. Como no estuve presente, no puedo opinar, pero no me sorprende que haya sido por andar tirado ante el que no se debe, y seguro estoy que Jairo Miguel recordó dolorosas escenas en los ruedos de México. Espero que el percance de Solanilla no pase a mayores, y aprenda de ser el caso una buena lección. Pronta recuperación, joven.

También adelantaron sobre los novillos de Salento. Que feos, feos, feítos, pero con algunas posibilidades alguno. Así me dijeron vía telefónica. Y de la labor de Miguelito como con mucha tendiditis y show. Esperemos más mañana.

Y que ojalá alcance a llegar a la corrida, porque voy algo atrasado con el viaje.

Abadía Vernaza.

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¡El 26 vimos… aguas!

Desde que inicié el largo trayecto ubicado entre el Hotel de Lujo en el cual me hospedo (Hotel Mama 5 Estrellas, vale la pena aclararlo, porque los patrocinios de los fieles lectores de este blog no dan para que mi compadre Abadía y yo, nos regodeemos al lado de los matadores y sus espectaculares levantes en los pasillos y habitaciones del Raddison…. TODAVÍA) y la Plaza de Toros, por cuestiones de política intergalácatica, el cielo decidió mandar una gran comisión de gotas embajadoras y consulares a esta ,su Sucursal.

La plaza estaba vestida de de azul y amarillo, pues se desempolvaron las viejas capas que empresas como Voz a Voz y Comcel regalaban en los albores de la comunicación celular (cuando mi madre parecía tener un radio-teléfono en vez de celular) y ni siquiera estas lograron evitar que los aficionados regresaran a su casa emparamados, pues la inolvidable mojada no se sentía solo en la ropa sino también en el huesito del coraje.

El mero macho de Ignacio Garibay -¿será que alguien me puede explicar porque el mariachi Arturo Macías no decidió venir acá?- y no es que confunda los matadores, pero es que Don Garibay se fue en deuda. Me quedé con ganas de ver a un mexicano pero de esos bien charros que no le tienen miedo a nada y no un torero que le faltaron güevitas para pegársele a toro y sacarle los poquitos pases que la mansa bestia podía otorgar. Para rescatar, podríase decir que la buena capa de los mexicanos, pues aunque lo que le vimos a este no fue espectacular, fue mas notoria y vistosa a lo que normalmente vemos en el inicio del tan desvalorado primer tercio.

Lo único para rescatar de la húmeda y fría tarde, pues eso implica una certera diferencia, (húmeda y caliente… ehhhh bueno pues enhorabuena) fue el regreso del colombiano francisco Rivera a su ciudad natal convertido en matador de toros. Yo siceramente no me acordaba de él, pero una vez inició el paseillo desmonterado volvió la imagen del novillerito de la Escuela de Cali… y solo dije: «PÉRDIDAS ESTA TARDE». Sin embargo el hombre supo pararse frente al toro, ante mis atónitos ojos se había desabrochado el par de patines que don Alfonso VAsquez II le obsequia a cada uno de los chavales que ingresan a la escuela -¿será que está tan dudoso del exito que el patinaje puede ser una segunda opcoión?. Pegó el mentón al pecho y extendió con firmeza las manos de su capote, y este sí, haciendo honor a la escuela donde pasó su último tramo como novillero dejó mejor plantado los suelos y las capas mejicanas que su director de lidia. Con la muleta no estuva nada mal, obviamente con las limitaciones de alguien que torea su segunda tarde como matador de toros, lo cual se comprobó en la suerte suprema, suerte que no manejan quienes poco matan…. Así que señores empresarios a dejar torear a este, de quien tengo la duda, la buena duda.

El Botija

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¿Qué? ¿Ya empezamos?

Es que cuando a uno le ponen semejantes burros, perros y chivos en el ruedo, no se siente que haya empezado todo. Eso no son toros. Que pena, hermanitos González, pero los toritos que nos mandaron el 25 y el 26 (Ernesto González y Salento) no hacían ni un caldo.

Los del 25, sosos, descastados, flojos de remos -como cosa rara- y lo peor de todos, DESARMADOS, brochitos, brochitos. Los del 26, (hagamos mejor copy-paste, puro Ctrl+C Ctrl+V) sosos, descastados, flojos de remos -como cosa rara- y lo peor de todos, DESARMADOS, brochitos, brochitos. Y así, no se siente nada, no se siente la Feria, porque FERIA SIN TOROS NO ES FERIA. Lo mejor ha sido los dos encierros que me mandaron pa’ la Pre-Feria.

Minuciosamente hablando de las dos corridas -acaso vale llamarlas de toros, o mejor de galgos o de ovejas- el 25 nos trajo a Guerrita Chico, Cristóbal Pardo y Andrés de los Ríos. Lo mejor: los cuba-libres que me tomé en la tarde de sol y calor. Estaban deliciosos, con mucho hielo y poca coca-cola, fuerte fuerte, como a mí me gustan. Y eso que no soy muy de ron, pero entre eso y la pesadez que se sucedía en la arena, pues me quedo con la bebida -además así no me estreso, no me salgo de mis casillas, no grito y me cuido la garganta. De resto, nada. Spell with me, kiddos, N-A-D-A, what is it… NOTHING !!! (mirame, mirame, que además de toros, sé de inglés).  Y bueno, en inglés o en español, la nada es lo mismo, un agujero negro llamado ruedo, donde los invitados más importantes no están a la altura de la Fiesta, ni siquiera bien presentados.

Así como que no, no no no no no no no no no no no no no no no y no (Quedó claro el no, yo sé, pero es que digitarlo en el teclado era algo adictivo). Bueno, seriedad pues, pero es que con esos toros, NO, no hay nada. Las ganas no importan, las orejas ventiadas tampoco, porque sin toro nada tiene importancia. Amiguitos, clase básica de tauromaquia, SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA, sin toro no hay pica, sin toro no hay banderillasm sin toro no hay muleta, sin toro no hay arte. Y no sacamos nada relevante.

Pareciese que ha sido a propósito esto de hacer una sola reseña para las dos corriditas, pero por motivos de ciberfuerza mayor no tuve acceso a internet y no por ende no puede postear, pero hasta mejor así porque me ahorré repetir la repetidera. El 26 no era tarde de toros, por ningún lado. Ni siquiera el sol quiso venirse. Tarde de diluvio, donde por el desagüe se fue todo, hasta el reglamento, porque, malditos pícaros y descarados, nos pusieron un novillete de 410 kilos. A ver, señores se dice, no, se dice que es una plaza de primera, pero con semejante robo, que ni da pelea es como pa’ mentarles la madre, ahí sí, porque eso es un delito para con la afición -tranquilos, no lo voy a hacer más, mi hermanita me pidió algo de mesura, y ella sí le hago caso. Pero ya saben, que no somos tan pendejos. Y de resto? bien mojado, y usted?

Hasta mañana, espero que la tarde de hoy sí sea de sol (ahí ya vi las nubes y están amenazando, ojalá se motive el hermano sol con Jalabert, que con Abellán y Perlaza mejor no digo nada… por ahora.

Y espero que empecemos la Feria, que con toros haya feria.

Abadía Vernaza

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